A Tomás, mi nieto, cuando
aún “no era”.
Tiembla el árbol desnudo
y canta la luna en el espejo,
plateado brillo que vibra
plateado brillo que vibra
en el agua del río.
Tal vez sientan emociones
como yo estoy sintiendo,
sonriendo en lírico silencio
mientras espero.
Y es que espero otra llegada
aún no concebida,
porque yo quiero pensarla
y con sólo pensar… amarla.
Publicado en mi libro "De poemas y de cantares". 2012
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