Hay quietos horizontes
y ondulantes
alcores con verdor
acuoso en ellos
y ruidos de cascadas
en destellos
reverberando luz de
azul brillante.
Sin dudas mi
horizonte tiene bellos
paisajes en poniente
y en levante
con frescos aires y
en color cambiantes,
arcón de mis suspiros
y resuellos.
¡Ven un día, te
invito a mi morada!
Bebe esa paz y toma
todo el viento
descansa tú en mis
glorias encantadas
y entenderás, amigo,
lo que siento
contenido en natura
tan alada
cuando yo de mi
cuerpo el alma ausento.
Publicado en mi libro "De poemas y de cantares". 2012
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