Escapa mi pluma al control de mi mano
y hasta mi alma es ajena al vaivén de sus letras
en aromas azulinos de brotes, en colores distintos
y embebidas también en las brisas sin dueños.
¿Qué fuente surgente alimenta este brío?
Inquietud de alturas y alardes de fuegos,
esencia en descanso de fines cumplidos.
Amores que irrumpen con su propia fuerza
sin que yo quisiese cambiar sus deseos.
Publicado en mi libro "De poemas y de cantares". 2012
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