Silbando bajito y
llenos los bolsillo con mis manos,
descansada el alma y
de alegrías llena
camino por la huella
vieja y sin apuros nuevos
bajo ese mismo sol y
penetrando aires parecidos.
Desentonan mis
silbos melodías simples,
mis manos descansan
cansancios antiguos…
remarco la huella con
mis alpargatas, dando pasos lentos
y el sol ni me mira
mientras se abre el aire dándome permiso.
A pesar de años de
estrechar los labios no aprendí sonidos,
pero mis manos me
ayudan a aquietar el alma
que me acompaña
alegre por la antigua huella
donde me cansé con
esos soles y esos aires míos.
Publicado en mi libro "De poemas y de cantares". 2012
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